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Preguntas frecuentes

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Los huesos son las estructuras rígidas que brindan soporte y protección, mientras que las articulaciones son las conexiones entre los huesos que permiten el movimiento. Juntos, los huesos y las articulaciones permiten la movilidad y forman la estructura esquelética del cuerpo.

Para fortalecer los huesos y las articulaciones, realice ejercicios con pesas, mantenga una dieta equilibrada rica en calcio y vitamina D, evite fumar y limite el consumo de alcohol. La postura adecuada y evitar el uso excesivo o las lesiones también son importantes.

El calcio es esencial para la salud ósea porque contribuye a la densidad y fortaleza ósea. Es un mineral clave necesario para la formación y el mantenimiento de los huesos.

Los alimentos ricos en calcio, como los productos lácteos, las verduras de hoja verde y los alimentos fortificados, apoyan la salud ósea. Además, los alimentos ricos en vitamina D, como los cereales fortificados, ayudan en la absorción de calcio.

El dolor articular se puede aliviar con reposo, terapia con hielo o calor, analgésicos de venta libre, fisioterapia y control de peso. Consulte a un profesional de la salud si tiene dolor articular persistente o intenso.

Para mantener huesos y articulaciones saludables, manténgase físicamente activo, mantenga una dieta equilibrada, evite el estrés excesivo en las articulaciones y hágase chequeos regulares para la detección temprana de problemas.

La osteoporosis es una enfermedad ósea caracterizada por huesos debilitados, mientras que la artritis se refiere a la inflamación de las articulaciones. La osteoporosis aumenta el riesgo de fracturas, mientras que la artritis causa dolor y rigidez en las articulaciones.

Las afecciones comunes de los huesos y las articulaciones incluyen osteoartritis( dolor y rigidez en las articulaciones), artritis reumatoide (inflamación de las articulaciones) y osteoporosis (huesos frágiles). Los síntomas varían, pero a menudo implican dolor y movilidad reducida.

Las opciones de tratamiento para problemas óseos y articulares pueden incluir medicamentos, fisioterapia, cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, cirugía. La elección del tratamiento depende de la afección específica y su gravedad.