Aptitud física

Descubre más

Calculadoras de salud

ver todo

También te puede interesar

ver todo

Preguntas frecuentes

Obtenga la información que necesita

Según la causa, los tratamientos pueden incluir medicamentos, fisioterapia, inyecciones, bloqueos nerviosos o, en casos graves, cirugía.

Técnicas como la fisioterapia, la acupuntura, la meditación consciente y los cambios en el estilo de vida, como el ejercicio regular y el manejo del estrés, pueden ayudar a controlar el dolor sin depender únicamente de medicamentos.

Los ejercicios para fortalecer el torso, los estiramientos (especialmente los isquiotibiales y los flexores de la cadera) y los ejercicios aeróbicos de bajo impacto, como caminar o nadar, pueden ayudar a aliviar el dolor de espalda.

Los centros de atención de urgencia pueden proporcionar evaluación, medicamentos para aliviar el dolor, imágenes (como radiografías) y derivaciones a especialistas si es necesario.

  • Planes de tratamiento individualizados
  • Enfoque multimodal (utilizando diferentes métodos)
  • Educación y autogestión del paciente
  • Reevaluación periódica y ajuste del tratamiento

Los médicos utilizan la historia clínica del paciente, exámenes físicos, pruebas de diagnóstico por imágenes (como resonancias magnéticas o tomografías computarizadas) y, a veces, procedimientos de diagnóstico (como bloqueos nerviosos) para determinar la causa del dolor.

Una dieta saludable rica en alimentos antiinflamatorios (como frutas, verduras y ácidos grasos omega-3) puede ayudar a reducir la inflamación y controlar los niveles de dolor.

La artritis (osteoartritis o artritis reumatoide), las lesiones (como esguinces o distensiones), el uso excesivo y la inflamación (como bursitis o tendinitis) son causas frecuentes de dolor articular.

El estrés puede exacerbar el dolor al aumentar la tensión muscular y reducir la tolerancia al dolor. Controlar el estrés a través de técnicas de relajación, atención plena y ejercicio puede ayudar a reducir su impacto en el dolor.

La fisioterapia tiene como objetivo mejorar la fuerza, la flexibilidad y la función a través de ejercicios y técnicas personalizadas, ayudando a controlar el dolor y prevenir problemas futuros.